La mayoría de héroes que conocemos son seres extraordinarios con poderes mágicos y una capa ondeando en sus hombros. Pero también existen héroes de carne y hueso, tan humanos como tú y como yo, que algunas veces se equivocan y otras aciertan a lo grande.
Charles Darwin fue uno de ellos. Sus poderes fueron unas pinzas, una gran capacidad de observación y una curiosidad ilimitada. Los llevó siempre encima, incluso cuando dio la vuelta al mundo, a su regreso, le sirvieron para descubrir la teoría de la evolución, uno de los logros científicos más importantes de la historia. Tal es la proeza de Charles Darwin, y esta es su historia.
La vida de Charles Darwin siempre estuvo guiada por una insaciable curiosidad por entender el mundo. Este deseo de saber más le llevó a coleccionar escarabajos de pequeño, o a embarcarse de joven a bordo del Beagle en una increíble aventura alrededor del mundo. Gracias a esa curiosidad y a las notas recogidas durante el viaje, Darwin demostró que todas las especies, incluida la humana, habían cambiado a lo largo de la historia, y consiguió explicar cómo y por qué lo habían hecho. Con su teoría de la evolución, cambió para siempre la historia de la ciencia.
Mis Pequeños Héroes es una colección de biografías ilustradas en las que se rinde homenaje a las figuras de la historia que han hecho del mundo un lugar mejor.