Un libro sincero, desgarrador, conmovedor. La escritura como salvavidas. En la Navidad de 2022, mientras pasaba las vacaciones en Roma con su pareja, Isabella, Hanif Kureishi sufrió un desvanecimiento y se desplomó. Al recuperar la consciencia se encontró en el suelo, rodeado de un charco de sangre, y no tardó en descubrir que era incapaz de moverse. Una vez en el hospital, los médicos confirmaron que había quedado parapléjico. Este libro testimonial que es mucho más que un libro testimonial está escrito en forma de despachos de urgencia, o como entradas de un diario dictado durante su estancia en varios hospitales, primero en Roma y después, ya de vuelta a casa, en Londres.Una escritura fragmentaria, a pedazos, en la que el autor relata su dura realidad diaria, su completa dependencia de los demás, la difícil asimilación de su nuevo estado, las sesiones de fisioterapia con las que recuperar algo de sensibilidad y movilidad en las extremidades, la relación con el personal médico, la incipiente amistad con otros pacientes y las tenues esperanzas ante cada pequeño signo de posible mejoría. Kureishi, sin embarg