Uno de los más intensos y celebrados relatos de Samanta Schweblin -una apasionante historia sobre la pérdida, el desconcierto, la obsesión y los recuerdos-, que cobra nueva vida y lecturas gracias a las impresionantes pinturas de Duna Rolando.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información